Hermano arbusto y hermana arena
hermano musgo y hermana fuente,
hermano río y hermana piedra,
hermano polvo y hermana gente.
Arturo Corcuera
Me apuro en escribir sobre este árbol, porque en este año, todavía, hay por ahí algunos florecidos, aunque estemos a inicios de junio. Se trata del jacaranda (Jacaranda caucana), de la familia Bignoniácea, un atractivo árbol tropical sembrado como ornamental en calles y parques del país.
De mediano tamaño - ni tan prominente como un corotú pero de más cuerpo que un nance - tiene el tronco recto, de hasta unos 50 cm de diámetro, y bastante ramificado. La copa amplia es mas bien alargada y tiende a caer hacia el suelo.
Sus hojas están ausentes durante el verano porque el árbol las suelta para no perder demasiada agua por transpiración durante la sequía; estas son pequeñas y terminan en punta. Sus flores de color púrpura, reunidas en “panículas terminales”, como dirían los, y con corola en forma de campana, destacan - casi estallan - por su intenso color.